Este sencillo Blog quiere ayudarte a que cada día ames más a Jesús. Recuerda que conocer más a Dios y todo lo bueno que hace por nosotros es algo maravilloso. profundicemos ahora muy especialmente en los grandes regalos que nos ha dejado nuestro amigo Jesús para ayudarnos a alcanzar la santidad y la salvación. Estos grandes regalos son "Los Sacramentos"
Queridos amigos recuerden siempre que la meta es la Santidad. Y allá vamos!!! Deseo para todos ustedes una verdadera y sincera amistad con Jesús, el amigo que siempre los espera y los ama. Que Jesús sea su mejor amigo y que, desde muy pequeños, aprendan a amarlo con todo su corazón.
Los Sacramentos son signos externos escogidos por Jesucristo para comunicarnos su Gracia.
Así que ese algo que Dios nos quiere comunicar con cada Sacramento es su Gracia.
¿Y qué es la Gracia? Es la Vida en cada uno de nosotros. Es la Vida de Dios en nuestra alma. Eso se llama Gracia Santificante.
¿Por qué decimos que los Sacramentos son signos externos? Porque cada Sacramento es un signo visible de algo invisible.
¿Pensemos en algunos signos externos visibles de algunos Sacramentos? En el Bautismo, el Agua. En la Comunión, el Pan y el Vino. En la Confesión, la Absolución del Sacerdote de nuestros pecados.
En todo Sacramento hay:
El ministro: por el ministro del Sacramento se entiende la persona cualificada que le otorga, que esté en comunión con la Iglesia.
El sujeto: El sujeto es la persona que recibe los Sacramento.
Los Sacramentos son escalones que van de acuerdo a las etapas de nuestra vida y estos son:
Bautismo
Confirmación
Eucaristía
Penitencia
Unción de los enfermos
Orden sacerdotal
Matrimonio.
Son tres los Sacramentos que Imprimen Carácter (huella imborrable), por eso se recibe una sola vez para siempre.
Bautismo
Confirmación
Orden Sacerdotal
También los Sacramentos se dividen en tres grupos.
El Bautismo es el primero de los sacramentos y es por él que nacemos a la vida cristiana, o sea, que empezamos a ser Cristianos.Únicamente estando ya bautizado puedes recibir los otros sacramentos a lo largo de tu vida.
¿ CUÁNDO NOS DEJÓ CRISTO EL BAUTISMO ?
- Después de que resucitó Jesús , sus discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había dicho. Ahí, Cristo les dijo: ¨ Vayan por todo el mundo enseñando a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo¨.
¿ QUÉ PASA CUANDO NOS BAUTIZAN ? Pasan tres cosas... veamos!
1) Se nos PERDONA EL PECADO ORIGINAL.
¿ Y que es esto del pecado original ? Los primeros hombres que Dios creó (Adán y Eva), lo desobedecieron comiendo del árbol prohibido. Entonces cometieron el primer pecado: el pecado original. Desde entonces todos los hombres nacemos con una mancha en nuestra alma por ese pecado. Al bautizar al niño, se le borra el pecado original, quedando su alma totalmente limpia.
2) Cuando nos bautizan NOS CONVERTIMOS EN HIJOS DE DIOS. El Bautismo es un nuevo nacimiento, nos da una nueva vida porque Dios mismo va a estar con nosotros.
3) Por el Bautismo, PASAMOS A SER MIEMBROS O PARTE DE LA IGLESIA. Es decir, que cuando nos bautizamos nos convertimos en ¨cristianos¨.
- Entonces, el Bautismo debe ser más que una fiesta, una alegría espiritual porque nos convertimos en hijo de Dios y miembros de la Iglesia
¿ CÓMO SE HACE EL BAUTISMO ?
- Para Bautizar, el Sacerdote derrama agua sobre la cabeza del que se va a bautizar y dice:¨YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO¨. Y se usan los siguientes símbolos:
- El VESTIDO BLANCO --- es la limpieza que debe tener el alma del bebé.
- El AGUA --- significa que se lava la mancha del pecado original de Adán y Eva.
- La VELA --- es la luz que nos dice cuál es el camino en la vida para llegar a Dios.
- El ACEITE que unta el padre en el pecho y la cara --- significa que se pone al niño un escudo espiritual que lo protegerá del mal.
¿ QUÉ COMPROMISOS TOMA EL BAUTIZADO ?
- Los bautizados están obligados a confesar delante de los hombres la fe católica que recibieron de Dios, y a participar en los apostolados (obras buenas) y misiones de la Iglesia.
MÁS PREGUNTAS SOBRE EL BAUTISMO
1) ¿Quién puede bautizarse?
Casi siempre se bautizan a los niños cuando nacen, pero también si una persona quiere bautizarse puede hacerlo a cualquier edad.
2) ¿Se puede recibir varias veces el Bautismo?
No. El Bautismo solamente puede recibirse una vez en la vida.
3) ¿Quién puede bautizar?
Es el Sacerdote o Padre quien bautiza. Sólo en caso de una emergencia, por ejemplo que un bebé esté en peligro de muerte, cualquier persona puede bautizarlo, siempre que tenga la intención de hacer lo que la Iglesia hace. Para hacerlo debe repetir las palabras: ¨Yo te bautizo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
4) ¿Quiénes son los PADRINOS?
Cuando se bautiza a un niño, se escogen los padrinos. Estos, no sólo se ponen para tener compadres y para que paguen la fiesta... sino también serán ellos los responsables de la educación cristiana del niño que se bautiza. Si los papás del bautizado se murieran, son los padrinos los que deben educar cristianamente al niño.
Por eso debemos escoger de padrinos a personas que de verdad crean y vivan como católicos
La Eucaristía, es la presencia viva y real de Jesús en medio de nosotros en este sacramento. Este es el mayor regalo que Dios ha dado a los hombres. Es el tesoro más grande del mundo. Es la vida de nuestra vida, porque es el mismo Jesucristo en persona. La Eucaristía no es una cosa sagrada, es Jesús mismo, que nos dice:
Yo soy el pan de vida, el que viene a Mí ya no tendrá hambre; el que cree en Mí, jamás tendrá sed (Jn 6, 35). El que come mi carne y bebe mi sangre está en Mí y yo en él…
Precisamente, porque la Eucaristía es el mismo Jesús, nuestro Señor, hay, ante el sagrario de nuestras Iglesias, de día y de noche, millones de ángeles acompañando, adorando y amando a su Dios sacramentado. Algunos santos se unían a los ángeles para adorar a Jesús.
San Josemaría Escrivá de Balaguer decía: Desde hace muchísimo tiempo, cuando hago la genuflexión ante el sagrario, después de adorar al Señor sacramentado, doy también gracias a los ángeles, porque continuamente hacen la corte a Dios. Este mismo santo dice en su libro: “Es Cristo que pasa”: Cuando celebro la misa, me sé rodeado de ángeles que están adorando a la Trinidad. San Bernardo dice: En ese momento, los ángeles rodean al sacerdote, haciéndole una guardia de honor. Los ángeles llenan la Iglesia, rodean el altar y contemplan extasiados la sublimidad y grandeza del Señor.
LA ESENCIA DE LA FE
La Eucaristía es imprescindible, para vivir nuestra fe. Es la esencia y fundamento de nuestra vida cristiana, porque sin Cristo, no hay cristianismo. Y la Eucaristía es el mismo Cristo en persona.
Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690) decía: Mi soberano Señor no ha cesado nunca de reprenderme directamente mis faltas. Lo que más le desagrada y de lo que me ha reprendido siempre con mayor severidad es la falta de atención y de respeto en presencia del Santísimo Sacramento, especialmente en el tiempo de la oración. ¡Ay de mí! De cuántas gracias me he privado por una distracción, por una mirada curiosa, por una posición más cómoda y menos respetuosa.
Santa Faustina Kowalska nos dice: Hoy, después de la comunión, Jesús me ha dicho: Has de saber, hija mía, que cuando llego a un corazón humano que me recibe en la santa comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas, pero las almas ni siquiera me prestan atención. Me dejan solo, piensan en otras cosas. ¡Oh, qué triste para Mí que me traten como a una cosa muerta!.
El santo cura de Ars aconsejaba: Para acercarte a la comunión, te levantarás con gran modestia, te arrodillarás en presencia de Jesús sacramentado, pondrás todo tu esfuerzo en avivar tu fe. Tu mente y tu corazón deben estar centrados en Jesús. Cuida de no volver la cabeza a uno y otro lado. Si debes esperar algunos instantes, excita en tu corazón un ferviente amor a Jesucristo. Suplícale que se digne venir a tu pobre corazón. Y, después de haber tenido la inmensa dicha de comulgar, te levantarás con modestia, volverás a tu sitio y te pondrás de rodillas. Debes conversar unos momentos con Jesús, al que tienes la dicha de albergar en tu corazón donde durante un cuarto de hora, está en cuerpo y alma como en su vida mortal.
Es el Sacramento que nos enriquece con el don del Espíritu Santo, para ser testigos de Cristo en la Iglesia.
Confirmarse es que todo el mundo sepa que soy cristino, y el protagonista de este Sacramento, es la tercera Persona de la Santísima Trinidad.
Ya desde el Antiguo Testamento los Profetas anunciaron que el Espíritu del Señor reposaría sobre el Mesías esperado: "Sobre él reposará el Espíritu de Yahvé" (Is. 11,2) "El Espíritu del Señor Yahvé está sobre mí" (Is.61,1), lo cual se hizo patente en el Bautismo de Cristo en el Jordán: "Una vez bautizado, Jesús salió del río. De repente se le abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como paloma y venía sobre él" (Mt.3, 16).
EL ACEITE: MATERIA DEL SACRAMENTO
Muy atinadamente en algunos Sacramentos se usan óleos consagrados para la unción con distintos significados: antes del Bautismo significa purificación y fortaleza; el Oleo de los enfermos significa y realiza curación y consuelo; por su parte las unciones con el Santo Crisma después del Bautismo, en la Confirmación y en la Ordenación Sacerdotal son signos de consagración, como el sello de propiedad que se imprime en un documento.
Así el confirmado recibe la "marca" o el sello del Espíritu Santo: "Es Dios el que nos conforta juntamente con nosotros en Cristo y el que nos ungió y el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones" (2 Cor. 1,22).
PORQUÉ ADEMÁS DEL BAUTISMO ES NECESARIA LA CONFIRMACIÓN?
El Bautismo, que hace nacer nuestra alma a la Vida Divina y que nos hace miembros de la Iglesia de Cristo, es tan solo el principio, pero debe llegar a su plenitud en la madurez. En el terreno espiritual, la Gracia Santificante se desarrollará con la recepción de los demás Sacramentos y la Confirmación produce en nosotros el crecimiento necesario para llegar a la madurez cristiana: el Espíritu Santo nos comunica sus siete Dones y nos hace adultos en la fe, capaces de dar testimonio de ella y de luchar como soldados por el Reino de Dios en la tierra. Ciertamente ya desde el Bautismo Dios habita en nosotros con sus Tres Divinas Personas, pero en la Confirmación se nos da el Espíritu Santo con más abundancia: es como un Pentecostés para los discípulos de Cristo.
LOS EFECTOS DE LA CONFIRMACION
Nos hace soldados de Cristo
La vida del hombre sobre la tierra es un continuo combate contra los enemigos de su alma, el mundo, el demonio y nuestras propias concupiscencias. Este combate da comienzo apenas el niño va teniendo uso de razón y no termina sino con la muerte.
Para sostener la lucha en contra de enemigos tan poderosos, necesitamos auxilios especiales que nos proporciona la Gracia de este Sacramento.
La Confirmación imprime en el alma ese carácter indeleble de testigo de Cristo y da la fuerza necesaria para confesar la fe sin temor ante los respetos humanos y defenderla.
Nos hace cristianos perfectos
Este Sacramento nos confirma en la fe y perfecciona todas las virtudes y dones recibidos en el Bautismo. Precisamente por esto recibe el nombre de Confirmación.
"A todos llamamos hijos de Dios, incorporados todos a Jesucristo, herederos todos del Paraíso; pero imperfectos los primeros y perfectos los segundos, la Confirmación no solamente nos hace divinos, sino grandísimamente divinos".
Nos llena del Espíritu Santo
Así como en Pentecostés descendió el Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos en oración con la Santísima Virgen María, en lo sucesivo, los cristianos recibieron al Espíritu Santo por medio de los Apóstoles y luego de los Obispos con la imposición de las manos y la santa unción.
* El pecado es aquello que nos aleja de Dios. Cuando pecamos lo estamos ofendiendo. Nuestro espíritu se entristece al pecar, porque pierde el gozo de la presencia de Dios.
* Podemos pecar:
_con el PENSAMIENTO: Ej. Desearle el mal a alguien, tener malos pensamientos, etc.
_con la PALABRA: Ej. Mentir, insultar, faltar el respeto, etc.
_con las ACCIONES: Ej. Ser mal compañero, ser violento, robar, etc.
_con las COSAS BUENAS QUE DEJAMOS DE HACER: Ej. Darnos cuenta que alguien nos necesita y no ayudarlo.
* TODOS SOMOS PECADORES, POR LO TANTO, TODOS ESTAMOS NECESITADOS DEL PERDÓN DE DIOS
¿QUÉ ES LA CONFESIÓN?
* La confesión o RECONCILIACIÓN es un sacramento mediante el cual DIOS BORRA NUESTROS PECADOS para que gocemos nuevamente de Su gracia.
* Se realiza por medio de un sacerdote, que es el REPRESENTANTE DE DIOS, actúa como un INTERMEDIARIO entre Dios y NOSOTROS.
* El sacerdote NO PUEDE NI DEBE REVELAR ésos pecados, están guardados bajo el SECRETO DE CONFESIÓN, es decir, que NO LE PUEDE DECIR A NADIE LO QUE ESCUCHO DURANTE LA CONFESIÓN.
¿POR QUE LA LLAMAMOS RECONCILIACIÓN?
* La llamamos reconciliación porque mediante este acto nos estamos RECONCILIANDO CON DIOS al arrepentirnos y pedirle perdón por nuestras ofensas.
¿DE QUE PEDIR PERDÓN?
* Pido perdón por los pecados que cometí por medio de mis pensamientos, de mis palabras, de mis acciones y de todo el bien que dejé de hacer.
* Cada vez que peco contra mis semejantes, lo estoy haciendo contra Dios.
¿POR QUE CONFESARME Y PARA QUE ME SIRVE
* Porque es una NECESIDAD que nace en nuestro corazón de REENCONTRARNOS con DIOS con mucho amor. Es un deseo que brota de nosotros mismos para acercarnos a El. Sabemos que nos perdonará.
* Me sirve para FORTALECER MI RELACIÓN CON DIOS, ESTAR EN SINTONÍA CON EL, Y PARA NO SER ESCLAVO DEL PECADO, es decir, dejarme conducir por Dios.
¿CUALES SON LOS PASOS QUE TENGO QUE HACER ANTES DE CONFESARME?
* TENGO QUE HACER LOS CINCO PASOS PARA UNA BUENA CONFESIÓN:
1. EXAMEN DE CONCIENCIA: analizar nuestra vida y reconocer en qué le he fallado a Dios. Tratar de recordar todos los pecados que he cometido.
2. ARREPENTIMIENTO: sentir el dolor verdadero de haber lastimado a quien más nos ama, que es Dios. Si no me arrepiento, la confesión no tiene ningún valor.
3. PROPÓSITO DE NO VOLVER A PECAR: si verdaderamente amo a Dios, no lo quiero seguir lastimando, por lo que me propondré no volver a pecar.
4. CONFESAR TODOS LOS PECADOS: conversar con un sacerdote que escuche esos pecados que recordé en mi examen de conciencia y contárselos. Jesús, por medio del sacerdote, nos perdona.
5. CUMPLIR LA PENITENCIA: la penitencia es un acto muy sencillo que sirve para reparar las faltas que hemos cometido. Por ejemplo rezar una oración, interceder por alguien, hacer algún acto de caridad, etc.
¿COMO HACER UN BUEN EXAMEN DE CONCIENCIA?
* Puedo responderme ciertas preguntas que me orienten:
- ¿Cómo está mi relación con Dios? ¿He hablado con El? ¿Me interesé en escuchar su Palabra? ¿Me hice un tiempo para dedicárselo a El? ¿Me gusta conocer más de Dios?
- ¿Cómo está mi relación con mi prójimo (familiares, amigos, compañeros, desconocidos)? ¿He ayudado a quién me necesitó? ¿He insultado o he sido violento con los demás? ¿He faltado el respeto a mis padres y a mis semejantes?
- ¿Cómo está mi relación con las responsabilidades? ¿Obedezco a mis padres? ¿Cumplo con mis tareas?
- ¿Cumplo los mandamientos?
¿QUE PASA SI NO ME CONFIESO?
* Si no me confieso estoy débil y no gozo de los beneficios de estar en sintonía con Dios y de su cercanía. Nuestra forma de actuar y ver a los demás se hace distinta, nos hacemos más insensibles y egoístas.
¿POR QUE DEBO CONTARLE MIS PECADOS A UN SACERDOTE?
* Lo que debemos comprender es que el sacerdote es sólo un INSTRUMENTO de DIOS, un REPRESENTANTE de El. Cuando nos reconciliamos, no le estamos contando los pecados a un sacerdote sino al mismo Dios por medio de El.
Dios Padre nos ama tanto que ha querido dejarnos un sacramento especial para cuando nos acercamos a ese momento difícil para cualquier hombre: la muerte. Este Sacramento puede ser el último y gran regalo que Dios te da en la vida.
¿ QUÉ ES LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS ?
- La unción de los enfermos es el sacramento que le da fuerza, ánimo y consuelo a una persona enferma y la prepara para una buena muerte.
¿CUÁNDO EMPEZÓ LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
- Cristo durante su vida siempre mostró un gran amor por aquellos que padecían algún mal, que tenían alguna enfermedad o dolor. Recuerda que el Evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a paralíticos, ciegos y otros enfermos.
- Esta preocupación del Señor por los enfermos, se la comunica a sus discípulos. Jesús, en dos momentos del Evangelio, les dice lo que debían hacer con los enfermos:... y ungiendo con óleo a muchos enfermos,los curaban.(Marcos,6,13)...pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos se encontrarán bien.(Marcos, 16,18).
- El apóstol Santiago nos cuenta la costumbre que ya existía entre los primeros cristianos:¿Alguno entre ustedes enferma? Haga llamar a los presbíteros de la Iglesia, y oren sobre él, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor, y la oración de la fe salvara al enfermo, y el Señor le hará levantarse, y los pecados que hubiere cometido le serán perdonados.¨(Santiago, 5 14-15 )
¿QUÉ PIENSA JESÚS SOBRE EL DOLOR?
- Jesús nunca se quejó, nunca se rebeló ante el sufrimiento.
- Jesús vino a enseñarnos a dar UN SENTIDO NUEVO AL DOLOR, a tomarlo de otra manera.
- Desde entonces el cristiano sabe que la enfermedad puede ser un MEDIO PARA SANTIFICARSE, un medio para acercarse más a Dios. Una persona puede ofrecer su enfermedad por su salvación o por la de otros hombres.
¿CUÁNDO SE HA DE RECIBIR LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS?
- Cuando un hombre empieza a estar en peligro de muerte por causa de enfermedad o por la vejez.
- ¿Se puede recibir varias veces este sacramento? Sí, cuando después de haberlo recibido, la enfermedad se agrava.
¿ CÓMO SE HACE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS ?
- Primero debes saber que solo el SACERDOTE puede dar este sacramento.
- El padre va a donde se encuentra el enfermo y unge, es decir, unta con óleo sagrado la frente y las manos y dice la siguiente oración: Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo para que libre ya de los pecados, te salve y te alivie por su benignidad.
- No es bueno pensar que este sacramento debe darse cuando ya sé esta muriendo la persona, pues la Iglesia recomienda que se reciba al comienzo de la enfermedad, para que la persona lo reciba con lucidez y con fervor, porque la unción ayuda también si así Dios lo quisiera, para curar la enfermedad.
¿ QUÉ GANA LA PERSONA QUE RECIBE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS ?
1) El enfermo se une a la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
2) La unción da fuerza, consuelo y ánimo al enfermo para soportar cristianamente el sufrimiento y el dolor.
3) Cuando un hombre no tiene pecado se dice que esta en gracia. Pues la unción de los enfermos, si el enfermo esta en gracia, aumenta esa gracia.
4) Cuando un hombre tiene pecados veniales, o sea, pequeños, la unción de los enfermos quita las pequeñas manchas que el alma pudiera tener por ellos.
5) Si el enfermo ya no esta consciente este sacramento le perdona los pecados, aún cuando no haya podido confesarse, siempre que el enfermo estuviera arrepentido antes de perder el sentido.
6) Si Dios así lo quiere, la unción de los enfermos puede producir la curación de la enfermedad. Si es la voluntad de Dios que esa persona muera, este sacramento le da fuerza para prepararse para la muerte.
¡NO SE VAYA ASUSTAR! ¿Y SU SALVACIÓN QUÉ?
- Hay algunas personas que creen que el llevar un sacerdote a un enfermo para que le de la unción de los enfermos, sólo le va a asustar más, porque va a creer que se está muriendo.
Recuerda, lo que esta en juego es su SALVACIÓN, no le niegues a quien amas, la oportunidad de confesarse y recibir la unción de los enfermos.
El Orden sacerdotal es el Sacramento por el cual algunos cristianos son elevados a la dignidad de ministros de Dios.
Para satisfacer las necesidades de la Iglesia y de la sociedad civil, Jesucristo instituyó el Orden sacerdotal y el Matrimonio, ordenados a la salvación de los demás. Se les conoce como sacramentos al servicio de la comunidad.
Los obispos y presbíteros reciben el sacerdocio ministerial, que les capacita para actuar en la persona de Cristo, Cabeza de la Iglesia. Pero todos los fieles participan del sacerdocio de Cristo por el sacerdocio común de los fieles.
El Orden sacerdotal lo instituyó Jesucristo en la última Cena cuando mandó a los Apóstoles y a sus sucesores que renovasen en al Misa el sacrificio de la cruz. Les dijo: "Haced esto en memoria mía." (Lucas 22,19). El día de la Resurrección les confirió el poder de perdonar los pecados.
Este sacramento consta de tres grados: Obispos, Presbíteros y Diáconos. Los diáconos están destinados a ayudar a los obispos y sacerdotes.
Los efectos del Orden sacerdotal
- Aumento de la gracia santificante.
- Las gracias sacramentales para desempeñar dignamente las funciones sagradas.
- Los poderes especiales de cada orden.
- Imprime carácter imborrable. El Orden, una vez recibido, no se pierde nunca. El sacerdote será siempre sacerdote.
Este sacramento sólo pueden recibirlo los varones bautizados que reúnan las debidas condiciones.
Las principales funciones del sacerdote son:
- Celebrar la Santa Misa.
- Administrar los sacramentos. El sacerdote acompaña a los cristianos ayudándoles en su vida cristiana desde el nacimiento hasta la muerte: bautizando, confesando, dando la comunión, etc.
- Predicar la Palabra de Dios. El sacerdote dice la homilía en la Misa, da la catequesis a los niños y forma a los fieles con meditaciones y charlas.
La misión del sacerdote es guiar al pueblo cristiano hacia la santidad y dirigir al Señor la oración oficial de la Iglesia, rezando diariamente el Oficio Divino.
Los padres han de dejar a los hijos en plena libertad para seguir la vocación, si Dios les llamase, al sacerdocio. Los fieles han de rezar para que Dios conceda a la Iglesia sabios y santos sacerdotes.
"Hace unos días hablaba con un amigo; es algo mayor que yo. En la conversación salieron cosas de cuando éramos pequeños. Un poco emocionado me dijo: Todavía recuerdo cuando, siendo niño, mi madre me daba un beso al acostarme, después de ayudarme a rezar mis oraciones. Yo estaba contento y feliz al sentirme querido por mi madre.
Mi padre también tenía detalles que me gustaban. Solía, en invierno, junto al fuego, sentarme en sus rodillas. Entonces me contaba muchas cosas de sus viajes, de cuando él era joven y tuvo que trabajar mucho para salir adelante. Recuerdo aquellos momentos con verdadera nostalgia. Siempre esperaba que mi padre regresara del trabajo con la ilusión de que me contara muchas aventuras.
¿Y cómo están ahora tus padres?, le pregunté. -Son muy ancianos, me dijo; mi madre está muy enferma, ya no se levanta de la cama. Los dos viven conmigo. Mi padre, cuando estoy en el trabajo, la cuida con todo esmero y cariño".
El amor de estos padres para su hijo, y los detalles de amor que tenían entre si esos esposos, nos hacen pensar en la grandeza del sacramento de matrimonio. ¿Sabemos agradecer lo que nuestros padres hacen por nosotros? ¿Les ayudamos en sus necesidades? ¿Procuramos hacerles la vida agradable? ¿Nos acordamos de rezar por ellos todos los días?
Institución del matrimonio en el paraíso terrenal
El libro del Génesis enseña que Dios creó al hombre varón y mujer, con el encargo de procrear y multiplicarse: "Hombre y mujer los creó, y los bendijo Dios, diciéndoles: Procread y multiplicaos y llenad la tierra" (Génesis 1,27-28).
Entonces instituye Dios el matrimonio, y lo instituye -como fin principal- para tener hijos y educarlos; como fin secundario, para que los esposos se ayuden entre si: porque "no es bueno que el hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda semejante a él" (Génesis 2,18).
En consecuencia, el matrimonio es algo sagrado por su misma naturaleza, y los esposos son colaboradores de Dios participando del poder divino de dar la vida, al preparar el cuerpo de los nuevos seres en los que Dios infunde el alma creada a su imagen y semejanza, destinados a darle gloria y a gozar de Él en el cielo.
El matrimonio, sacramento cristiano
Jesucristo elevó a la dignidad de sacramento el matrimonio instituido al comienzo de la humanidad. El matrimonio entre cristianos es imagen de la unión de Jesucristo y su esposa la Iglesia. La tradición cristiana ha visto la presencia de Jesús en las bodas de Caná como una confirmación del valor divino del matrimonio.
Por tanto, entre cristianos, sólo hay un verdadero matrimonio: el que Jesucristo santificó y elevó a la dignidad de sacramento. Por eso, ningún católico puede contraer el llamado "matrimonio civil"; tal unión no sería válida, ya que no tiene más valor que el de una simple ceremonia legal ante el Estado. Entre católicos sólo es válido el matrimonio-sacramento contraído en la Iglesia.
La propiedades del matrimonio
El matrimonio, tanto en la condición de institución natural como en la de sacramento cristiano, está revestido de dos propiedades esenciales: la unidad y la indisolubilidad. Unidad quiere decir que el matrimonio es la unión de un solo hombre con una sola mujer: "Dejará el hombre a su padre y a su madre, y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne" (Génesis 2,24).
Indisolubilidad quiere decir que el vínculo conyugal no puede desatarse jamás: "Lo que Dios unió no lo separe el hombre", dice el Evangelio (Mateo 19,6; 5,32; Lucas 16,18). El divorcio, pues, está prohibido. Dios ha querido que fuese así por varias razones: por el bien de los hijos; por el bien, la felicidad y la seguridad de los esposos, que desaparece cuando el divorcio se introduce en la sociedad; por el bien de toda la sociedad humana, pues la humanidad se compone de familias, y cuanto más sólidas y estables sean éstas, mayor será el orden y el bienestar de la sociedad y de los individuos.
Efectos del sacramento de matrimonio
El sacramento de matrimonio aumenta la gracia santificante en quienes lo reciben. Hay que recibirlo, pues, en estado de gracia; si no, se comete un sacrilegio, aunque el matrimonio puede ser válido.
También comunica los auxilios especiales que necesitan los esposos para santificarse dentro del matrimonio, para educar a sus hijos y cumplir los deberes que contraen al casarse. Estos deberes son, para con ellos mismos: amarse y respetarse, guardarse fidelidad y ayudarse mutuamente; con respecto a los hijos: alimentarles, vestirles, educarles religiosa, moral e intelectualmente y asegurar su porvenir.
Los ministros del sacramento son los mismos contrayentes; sin embargo, debe celebrarse ante testigos delante del párroco o delegado suyo; si no, es inválido.
El matrimonio, camino de santidad
El sacramento de matrimonio concede a los esposos las gracias necesarias para que se santifiquen y santifiquen a los demás. Es deber de toda la familia -también de los hijos- facilitar ese clima humano y cristiano en el que se consigue que los hogares sean luminosos y alegres, sacrificándose para lograr las virtudes humanas y sobrenaturales de una familia que empezó santificada con un sacramento.